Sabemos que el tema del embutido durante el embarazo es un melonazo, así que vamos a abrirlo.
Tradicionalmente se ha aceptado el embutido cocido como una alternativa segura al embutido curado en personas vulnerables a toxiinfecciones alimentarias (mujeres embarazadas, niños pequeños, personas mayores o personas inmunodeprimidas).
Para poder justificar esta alternativa, nos podemos basar en que al someter al embutido a un tratamiento térmico durante su elaboración, evitamos el riesgo de contraer una toxiinfección por Toxoplasma gondii, ya que este parásito muere durante el proceso.
Hasta aquí, todo bien. Pero, ¿es el Toxoplasma gondii el único riesgo microbiológico de las carnes procesadas?
No, ni mucho menos, ya que los alimentos refrigerados de larga vida útil (más de 5 días) son los alimentos con mayor riesgo de contaminación por Listeria monocytogenes.
De hecho, esta contaminación puede darse tras el tratamiento térmico y antes del envasado, ya que esta bacteria tiene una gran capacidad de sobrevivir a la refrigeración y a los sistemas de desinfección.
Ciertamente, en España hemos tenido algunas notificaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición por presencia de Listeria en embutido cocido de cerdo, como esta.
Si quieres profundizar sobre esta bacteria y sus implicaciones en el embarazo, no te pierdas este artículo del blog.
Alternativas al embutido cocido
Afortunadamente, existen muchas alternativas seguras y mucho más interesantes desde el punto de vista nutricional para acompañar tus tostadas en en el desayuno.
Fiambre casero en 10 minutos
Prepara tu propio fiambre de pechuga de pollo o pavo. Para ello necesitas un estuche de vapor tipo Lékue, o una olla y una vaporera.

Si vas a utilizar el estuche de vapor, tan solo tienes que colocar la pechuga de pollo entera, salpimentar al gusto y como extra, puedes añadir alguna hierba aromática que te guste, como unas hierbas provenzales. Cierra el estuche y cocina durante 8-10 minutos a máxima potencia.
¡Así de rico me ha quedado a mi!
Si vas a utilizar vaporera, tan solo tendrás que envolver la pechuga de pollo previamente salpimentada y con tus especias favoritas en un papel de horno, como si se tratara de un regalo. Colócalo en la vaporera cuando el agua esté hirviendo durante 8-10 minutos.
Una vez lo tengas hecho, puedes conservarlo en un tupper hermético en la nevera con un poco de AOVE y lonchearlo con un cuchillo según vayas necesitando. Puedes conservarlo durante máximo 3 días en la parte alta de la nevera.
Es muy fácil, y es una alternativa mucho más saludable y económica que el embutido cocido.
Quesos pasteurizados de calidad
Otra alternativa puede ser un queso pasteurizado de calidad, como un queso fresco de cabra o un queso semicurado. Te recomiendo priorizar piezas enteras y evitar loncheados y rallados por el mismo motivo que evitamos los embutidos cocidos: pueden contaminarse por Listeria.
Pescados azules pequeños en conserva

Otra opción interesante pueden ser los pescados azules en conserva, sobre todo los de pequeño tamaño: sardina, melva, caballa, bonito y salmón.
Te recomiendo que priorices conservas en aceite de oliva o aceite de oliva virgen extra. Evita otros aceites vegetales como el aceite de girasol.
Hummus casero con AOVE
También puedes utilizar un hummus casero con aceite de oliva virgen extra. Además de utilizarlo en tostadas, puede ser un entrante o snack con crudités de zanahoria o pepino, añadirlo a ensaladas o incluso acompañando verduras salteadas o al horno.
Puedes ponerle de topping garbanzos enteros, semillas de sésamo o cáñamo, o verduras asadas, como cherrys o zanahorias.
Aquí tienes mi receta. ¡Espero que te guste!

- 400 g de garbanzos cocidos
- 1-2 dientes de ajo
- 60 g de agua
- 30 g de zumo de limón
- 20-30 g de AOVE (2-3 cs)
- ½ cp de comino en polvo
- 2-3 cp de tahini (al gusto)
- Sal yodada
- Para cubrir: lo que te apetezca. AOVE, pimentón de la vera, semillas, frutos secos, tomatitos cherry asados, garbanzos enteros...
Huevos bien cocinados, en cualquier forma
Los huevos siempre serán una opción maravillosa para cualquier comida, incluido el desayuno. Puedes tomarlos como prefieras, pero siempre bien cocinados: revueltos, tortillas, cocidos, a la plancha...
Si los vas a tomar en tostada, que no falte la hoja verde, y si es temporada, un buen tomate o pimientos asados.
Si quieres darles un toque dulce, puedes saltear sobre mantequilla o aceite de coco una manzana rallada con canela hasta que quede bien doradita y añadir los huevos al final para hacer un revuelto.
Espero que con estos recursos no te falten ideas para sustituir el embutido cocido durante el embarazo (y fuera de él). Reducir el consumo de carnes procesadas es un buen objetivo de salud en cualquier etapa de la vida.
Si necesitas asesoramiento profesional, puedo ayudarte en mi Consulta Online de Nutrición.
¡Hasta pronto!
Noelia